Neuromodulación Espinal en Parkinson: ¿Es posible?
El pasado sábado 9 de diciembre de 2017 tuvimos la oportunidad de compartir en Concepción con el Dr. Rómulo Fuentes Flores, quien dictó una charla sobre sus hallazgos en materia de tratamientos para la Enfermedad de Parkinson titulada "Neuromodulación de la Médula Espinal para Enfermedad de Parkinson".
Pez Torpedo, de la familia Torpedinidae.
En su exposición, el Dr. Fuentes nos comentó que el uso de estimulación eléctrica para influir sobre la actividad cerebral y así, por ejemplo, modular experiencias como el dolor en un paciente, no es necesariamente un enfoque nuevo sino que más bien se remonta a tiempos antiguos en donde los terapeutas de la antigua Grecia utilizaban las descargas eléctricas que produce el pez Torpedo para reducir el dolor en pacientes aquejados de dolores crónicos. Este abordaje evolucionaría con el tiempo hasta convertirse en lo que hoy conocemos como electroanalgesia, y sentaría las bases para otras formas de modulación utilizando los nervios medulares como vías de entrada y salida hacia el cerebro.
Ya entrando en materia, tenemos que entender entonces que las neuronas en nuestro cerebro forman redes de conexiones entre ellas y que estas redes o circuitos se comunican unos con otros con cierta ritmicidad que puede ser medida experimentalmente dando lugar a la aparición de los Ritmos Cerebrales. Estos ritmos son la clave para entender el rol de la neuromodulación espinal, pues cada uno de ellos se relaciona con estados específicos de actividad cerebral y, por ende, con estados específicos de nuestra fisiología.
"El ritmo beta está aumentado en el Parkinson..."
Así por ejemplo, las ondas alfa (o ritmo alfa) se relacionan con estados tranquilos de vigilia con ojos cerrados; las ondas delta (de menor frecuencia) en cambio se relacionan con estados de sueño profundo. De particular interés para la Enfermedad de Parkinson son las ondas beta (ritmo beta) de mayor frecuencia y que son representativas de un estado despierto de exploración sensorial (es decir, despierto consciente del entorno y explorando). Este ritmo beta se encuentra aumentado cuando se tiene Enfermedad de Parkinson volviéndose persistente y, de alguna forma, interfiriendo con que el cerebro tome otros estados de sincronía más relacionados con el movimiento (como el ritmo gamma). Es una sincronización patológica propia de la enfermedad que se correlaciona con la magnitud de los síntomas motores, en especial de aquellos que tienen que ver con la marcha.
Pero ¿cuál es la gracia de entender que las neuronas en el cerebro trabajan de forma sincronizada y que algunas formas de sincronía son "anormales"?
Pues bien, estos estados de sincronización neuronal no son eternos y, más aún, pueden ser modulados (influenciados) por estímulos externos, como por ejemplo; impulsos eléctricos enviados hacia el cerebro a través de la médula espinal, que finalmente actúa como una verdadera carretera de acceso a la circuitería cerebral.
A lo largo de 10 años de investigación, el Dr. Fuentes y su equipo conformado por investigadores y profesionales clínicos de distintos países, lograron probar la técnica de neuromodulación espinal para el tratamiento de los síntomas de la Enfermedad de Parkinson primero en modelos animales (primates) y, posteriormente, en pacientes humanos. En ambos caso con éxito. La Neuromodulación Espinal es entonces una forma efectiva para reducir la sincronía beta en los circuitos cerebrales responsables de la organización del movimiento voluntario y, por ende, para mejorar la sintomatología motora de los pacientes con Parkinson. Nótese además que los efectos positivos de esta forma de estimulación parecen ser independientes del consumo de Levodopa, lo cual claramente es un punto a favor.
Rómulo Fuentes y el equipo de investigadores tras la Neuromodulación Espinal en Parkinson.
¿Es la Neuromodulación Espinal un tratamiento aplicable actualmente?
Por el momento solo hay una respuesta, y no es agradable.
Si bien se ha demostrado que la técnica podría ser efectiva para el control de los síntomas motores de la enfermedad, todavía falta camino por recorrer para poder ofrecerla como tratamiento. Y ese camino se llama evidencia científica.
Según palabras del Dr. Fuentes, la neuromodulación espinal para pacientes de Parkinson ha sido probada con éxito en 60 pacientes reales, lo cual es muy bueno, pero todavía no es suficiente para transformar la incertidumbre en certeza. Aún no se tiene claridad sobre el perfil de paciente para el cual este tratamiento estaría mejor indicado; y por lo tanto no es posible plantear un protocolo terapéutico para la aplicación de la técnica.
La cirugía de Estimulación Cerebral Profunda (más conocida por sus siglas en inglés, DBS Deep Brain Stimulation), hoy con 30 años de historia, ha sufrido un proceso similar. En 1987, cuando recién se comenzaba a hablar de DBS para Parkinson, también existía mucha incertidumbre sobre la confiabilidad del proceso, no obstante, con el paso de los años esas dudas han ido disminuyendo paulatinamente y se ha podido determinar un perfil del paciente que más se beneficiaría de la técnica y así, poder hacer indicaciones de cirugía con algo más de seguridad.
Para que la Neuromodulación Espinal pueda estar disponible como tratamiento para un público masivo se necesita más evidencia, más casos de éxito a su favor de manera que se pueda refinar la técnica y dilucidar cada vez más el perfil de paciente candidato.
¿Entonces cuándo?
No es prudente hablar de fechas y plazos aún. Sin embargo, las buenas noticias son que el camino ya se está recorriendo. Dos importantes estudios sobre eficacia de la Neuromodulación Espinal para Enfermedad de Parkinson ya se están llevando a cabo en Francia y en Canadá; ambos con una gran cantidad de pacientes a quienes se les aplicará el procedimiento y que sin duda contribuirán a fortalecer la evidencia en la materia.
En Chile, dos pacientes serán intervenidos dentro de los próximos meses como parte de un estudio local piloto en donde el Dr. Fuentes tendrá participación junto a su equipo.
En resumen... lo sabemos... la espera se hace eterna.
Pero es bueno saber que la investigación en pro de una mejor calidad de vida y, más aun de una cura para la enfermedad, no está para nada estancada y que se desarrolla mucho más cerca de lo que pensamos; aquí mismo en nuestra larga y angosta faja de tierra.
Revisa a continuación la galería de imágenes de la conferencia del Dr. Fuentes en Concepción "Neuromodulación de la Médula Espinal en Enfermedad de Parkinson"
